domingo, 15 de noviembre de 2009

Volver en forma - fase 1

En mayo de 2009, al final de la fase cero, estoy con un peso considerable, una panza que me molesta para abrocharme los pies sobre una tabla de snowboard y la preocupación de hacer el ridículo en los deportes de invierno que se aproximan. Y... tengo zapatillas para salir a correr.

Preocupado por los probables dolores que iba a sentir durante las primeras salidas a trotar, me prepare mentalmente. La primera vez, decidí dormir una siestita para maximizar mi fuerza física y mental. Curiosamente, duro tanto la siesta que no me alcanzo la luz del día para salir. No me importo, volvería a intentar el otro fin de semana. La siguiente semana, volví a dormir mi siesta preparatoria, dándome más margenes con la luz solar y el resultado fue que dormí el doble que la semana anterior y, de nuevo, no tuve tiempo para salir.

La tercera semana, rompí el protocolo y salí a trotar antes de la siesta y ¡mejor me habría quedado durmiendo! Dolores musculares intensos me hicieron caminar más que correr. Estos mismos dolores me acompañaron durante varias otras salidas. Lo único bueno es que no tuve ningún problema con las rodillas, la respiración o el corazón: simplemente iba demasiado lento. Pero, puta que me dolieron los músculos y pensé que no iba a ser culo seguir adelante.

Entonces, tuve la genial idea de invitar a vecinos compartir mis experiencias deportivas para no estar solo soportando el dolor. Los chilenos, grandes deportistas, se burlaron de mi y me dejaron entender que nunca iba a poder seguir a mi hijo en esquí y me desearon buena suelte. Menos mal que en el condominio hay varios extranjeros que si, se ofrecieron a seguirme.

La primera salida grupal fue aun más lenta que cuando iba solo y terminamos comiendo una rica torta en la casa de un vecino. La segunda, fuimos a caminar al cerro y después de 15 minutos otro vecino saco café, te y galletas y paramos para pelar los últimos acontecimientos dentro del condominio. ¡Moraleja, no soy el único extranjero que se acostumbro al estilo de vida poco deportiva de los chilenos! Y si realmente quiero volver a estar en forma, tendré que apechugar solo.

Y llego el mes de Julio, con la primera salida a la nieve, donde no pude seguir el ritmo de mis hijos y... el final de mi matrimonio, evento que iba a cambiar todo. No solamente necesitaba estar en forma, sino también verme mejor, más saludable y más joven.

La fase dos de mi entrenamiento iba a empezar.




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