Parece que va a ser puro sufrimiento ver a mi selección jugar y espero que no le toque contra Chile: ¡ni cagando haré una apuesta a favor de mi país esta vez! Tendré que quedar con la cola entre las piernas y hacerme el reverendo weón si algunos amigos me desafían.
Nadie entiende como este entrenador puede sobrevivir. Menos mal que tengo colegas argentinos que sufren aun más que yo con su Dios Maradona: tendré alguien a quien molestar.
A rezar ahora para que cambien el entrenador y todos los dirigentes que lo mantuvieron en su puesto.
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